ODS, Agenda 2030 y PYMES
Bien es cierto que en 2015 la Asamblea General de la ONU adoptó la Agenda 2030, a fin de favorecer la prosperidad y la paz universal. Sin embargo, las PYMES, que representan el 50% del PIB global y el 99,98% del tejido empresarial en España, muestran en una proporción alarmante – más del 75% – un conocimiento escaso y superficial de los 17 ODS – Objetivos de Desarrollo Sostenible – y las 169 metas en que se traducen los planteamientos económicos, sociales y medioambientales de dicho plan de salvación del Planeta.
Transcurrida la mitad del plazo, la Red ONU para el Desarrollo Sostenible – SDSN – estima en junio de 2023 que ninguno de los ODS se alcanzará en 2030, debido al covid 19 y crisis subsiguientes: guerra, energía e inflación. En un contexto de reindustrialización de Europa, que se apoya en las palancas verde y digital, analicemos cómo los principios de una gestión ética pueden beneficiar a la PYME y contribuir, de paso, al cumplimiento de los ODS.
No olvidemos que el Gobierno de España decretó la emergencia climática y medioambiental en enero de 2020, lo cual implica la creación de un modelo cuyos retos son la fabricación inteligente, la transformación digital, la transición energética, la movilidad sostenible, el ecosistema urbano y la economía circular.
Las áreas temáticas que una PYME puede tener en cuenta son los derechos humanos, las relaciones laborales y el medioambiente, en cuyo ámbito de actuación se presentan oportunidades en las cuales puede ser interesante invertir. Es el caso de una correcta gestión de los residuos o la trazabilidad en la cadena de suministro.
Como observamos a diario, el mundo empresarial se está viendo empujado por la propia evolución social, que exige una transformación de la gobernanza en términos de sostenibilidad, incorporación de valores ecológicos en las organizaciones y políticas participativas de inclusión, diversidad, igualdad y teletrabajo.
De hecho, las proyecciones del Informe Global de Habilidades Verdes, recientemente publicado por Linkedin, muestran que el empleo verde es la categoría con un crecimiento más rápido, al punto de que la demanda supera a la oferta de candidaturas con un mayor margen de diferencia previsto a corto plazo.
De cara a la atracción y retención del talento, la solución pasa en gran medida por priorizar el clima laboral de los equipos y fomentar el bienestar de las personas empleadas, así como su eficiencia con planes de incentivos y equipamientos adecuados de software.
Las ventajas para una PYME no son menores en cuestiones estratégicas a explorar con posibilidades de éxito por el hecho de incorporar progresivamente criterios ESG en su actividad, es decir, un enfoque ambiental. social y corporativo alineado con las demandas de sus grupos de interés: inversores, empleados, proveedores y clientes,
Me refiero, en esta coyuntura de cambio disruptivo, al acceso a nuevos mercados, a la habilidad para establecer alianzas con otros players, a participar en proyectos de innovación abierta, a la contratación siempre complicada con el sector público y, sin duda, al incremento de la reputación y de la confianza,
Confiemos en la resiliencia de las PYMES en este largo proceso en que nos encontramos, para cuyo desarrollo el mismo Gobierno de España estableció una Estrategia de Transición Justa. Un reto principal está en la competencia para medir el retorno de las inversiones, que requiere un notable ejercicio de liderazgo en un contexto bastante habitual de resistencia a la innovación.
.Fernando González, director de Futuribles 2023