Superada la pandemia, la palanca verde y digital marca el proceso para la reindustrialización en la Unión Europea, con el apoyo de los fondos de recuperación y resiliencia denominados Next Generation. En este sentido, la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación ya incorpora esta circunstancia, lo cual es importante si contemplamos, por ejemplo, el puesto 20 entre 62 países que ocupa España en The Global AI Index sobre el uso de inteligencia artificial.

Por su parte, el Plan Aragonés de I+D+i pone el foco en internacionalización, digitalización y sostenibilidad como estrategias clave en cuanto a especialización inteligente de una región cuyo liderazgo en materia de innovación tecnológica reporta altas tasas de crecimiento económico y mejoras en la calidad de vida de su ciudadanía.

Esta realidad es posible gracias a la red de centros tecnológicos y clusters empresariales existente en Aragón, la cual está facilitando la colaboración público – privada y la transferencia tecnológica, es decir, la aplicación de la innovación a los procesos de producción.

De acuerdo con la Agenda 2030, Aragón se plantea un objetivo Verde, Social y Digital debido a la  gran competitividad regional en proyectos sobre movilidad eléctrica, logística, TIC, energías renovables, hidrógeno, gestión forestal, servicios de salud, transparencia y otros ámbitos de interés estratégico.

Dicho contexto está en sintonía con la razón de ser de Futuribles, que hace énfasis en 2023 en el liderazgo del sector agroalimentario en Aragón, quinto en competitividad en el conjunto de España. De hecho, su  aportación al PIB regional es superior al 10% y representa el 18% de la tasa de empleo en la Comunidad Autónoma y el 5% del volumen nacional de exportaciones. A su vez, el crecimiento del 47% de la superficie dedicada a la agricultura ecológica contribuye sin duda a la vertebración demográfica del medio rural.

La edición de Futuribles Aragón no es ajena al considerable nivel de invenciones que se transforman en registros de patentes sobre cuestiones clave para la mejora de la productividad y la economía agroalimentaria:  ciencia y bienestar  animal, ciencia vegetal, sistemas agrícolas, laboratorios agronómicos y biotecnológicos, fertilizantes del futuro, microorganismos en el suelo, trazabilidad, eficiencia energética o economía circular.

Mencionamos tan sólo algunos casos que muestran el éxito y el potencial del modelo de Aragón, que pone el foco en la transferencia de conocimiento y obtiene homologaciones internacionales y sellos de calidad que auguran un buen futuro en cuanto a generación sostenible de riqueza en el sector agroalimentario.

Estos índices son determinantes si tenemos en cuenta que el ecosistema del sector agroalimentario español es el tercero en importancia en el mundo, por detrás de EE UU e India. Es importante resaltar, además, que el mayor uso de tecnologías disruptivas, actualmente en torno al 30%, debería en buena lógica consolidar nuestra posición de privilegio en la medida en que nos vayamos aproximando al 80% que sí utiliza tecnologías digitales tradicionales en el sector. Futuribles Aragón es, en definitiva, útil para situar a las personas en el centro de la transformación digital, en línea con la Declaración Europea sobre los Derechos y Principios Digitales.